De acuerdo a Sigmar Gabriel, en las rondas de encuentros entre las partes no se logró acordar ni un sólo capítulo del TTIP, cuya firma reduciría los aranceles entre los socios, algo que, según EEUU, principal promotor del acuerdo, beneficiaría a los 800 millones de ciudadanos de la UE y EEUU que juntos suman casi la mitad del PIB mundial.
Los analistas coinciden en que las declaraciones de Sigmar Gabriel revelan la preocupación que tiene Bruselas respecto a algunos capítulos del TTIP, entre ellos el que otorgaría a las empresas derechos legales para demandar a los Estados.
Las ventajas que tendría la UE de firmarse el TTIP son cada vez menos evidentes. En este contexto, José Luis Carretero Miramar señala que Washington se opone a que las empresas europeas tengan acceso a la licitación pública de EEUU. Añade que el país norteamericano tampoco quiere importar alimentos europeos.
Otro factor que obstaculiza la suscripción del TTIP es la creciente resistencia popular, opina el analista español, al comunicar que en los próximos meses en países como Alemania y España “van a haber movilizaciones”.
Teniendo en cuenta una serie de importantes elecciones a celebrarse en varias naciones comunitarias, sus dirigentes “no pueden permitirse ahora hacer una cesión absoluta frente a los norteamericanos en el marco del TTIP”, indica José Luis Carretero Miramar, al indicar que el acuerdo “representa un peligro evidente tanto para la pequeña empresa como para los trabajadores de ambos lados del Atlántico”.
El analista sostiene que EEUU se da cuenta de lo difícil que sería conseguir la firma del TTIP. En esta línea, afirma que “el Brexit ha golpeado en el corazón de lo que eran los intereses norteamericanos a la hora de poner en marcha” el acuerdo, puesto que “el 25% de las exportaciones de EEUU hacia la zona de la UE se producen hacia suelo británico”.
En este sentido, no es casualidad que el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, esté en contra de este tratado.
