El comunicado del PKK sostiene que el ataque fue llevado a cabo por el guerrillero Mustafa Aslan quien detonó un camión cargado de explosivos en una zona en que se ubica la residencia de agentes y varias oficinas de la policía, el Ejército y el servicio de inteligencia MIT.
"Han sufrido daños 60 blindados… 118 policías turcos han muertos y 152 han sido heridos", enumera las bajas el PKK.
El conflicto causó más de 40.000 muertos, según algunas estimaciones.
El PKK fue designado organización terrorista por Turquía, así como por tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad —EEUU, Francia y Reino Unido- pero no por China y Rusia, ni por la ONU como tal.
La formación también está proscrita en la UE aunque un tribunal europeo ordenó retirarla de la lista negra.
Las provincias del sureste de Turquía son desde julio de 2015 escenario de choques regulares entre las fuerzas de seguridad y los combatientes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, proscrito en el país).
La nueva espiral de violencia que, según diversas evaluaciones, causó desde entonces centenares de víctimas y entre 355.000 y medio millón de desplazados internos, siguió a varios meses de creciente tensión en las zonas kurdas a ambos lados de la frontera turco-siria y dio al traste con un acuerdo de alto el fuego logrado en 2013 entre el PKK y el Gobierno turco.