Los dos están acusados de corrupción activa, pasiva y blanqueo de dinero, ya que según la policía ambos se habrían beneficiado de hasta 2,4 millones de reales (749.000 dólares) provenientes de la empresa constructora OAS, una de las implicadas en la trama corrupta destapada por la Operación Lava Jato.
En referencia a este apartamento tríplex, del que Lula siempre negó ser propietario, la policía también ha citado al expresidente de OAS Léo Pinheiro, al arquitecto Paulo Gordilho y al presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto.
Es la primera vez que Lula está en el punto de mira de la Justicia por parte de las investigaciones de la Operación Lava Jato que comanda el juez Sérgio Moro desde Curitiba.
Antes, había sido imputado por el Tribunal Supremo Federal de Brasilia por otro capítulo, referente a la posible obstrucción a la Justicia que habría supuesto su nombramiento como ministro de la Casa Civil.