"Subvencionamos a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para que hagan su negocio, y (eso) en ningún caso se ve reflejado al final de nuestros años de trabajo, cuando nos jubilamos", dijo González, vocera del Movimiento de Pobladores Ukamau.
En 1981 Chile pasó de un sistema estatal a uno privado, impulsado por el economista José Piñera (hermano del expresidente Sebastián Piñera), que opera bajo las AFP, instituciones financieras que emplean la capitalización individual como sistema de ahorro individual para las pensiones.
De esta forma, los trabajadores chilenos están obligados a dar un porcentaje de su sueldo a las AFP, que además cobran una cuota de manutención, explicó González a esta agencia.
Las sumas reunidas son usadas para realizar inversiones en distintos negocios.
“Cuando estas empresas privadas experimentan ganancias no se ven reflejadas en nuestros fondos, pero cuando tienen pérdidas nos las cobran a nosotros”, criticó la activista.
Las pensiones en Chile no alcanzan para vivir dignamente, según González.
La jubilación media ronda los 300 dólares y la mínima del sistema solidario se sitúa en 132 dólares.
La pensión básica solidaria, financiada por el Estado, se destina a las personas que no tienen derecho a pensión en ningún régimen previsional.
"Se trata de cantidades que no son suficientes para asegurar un sistema de subsistencia decente", pues los gastos médicos y de salud también son altos, continuó González.
Cabe destacar que el 47,5% de los puestos de empleo que se crearon en Chile durante 2014 los ocuparon mayores de 60 años, lo que supone que casi 52.000 personas volvieron a trabajar tras la jubilación, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
La razón principal por la que se incorporan jubilados al mercado laboral es el bajo nivel de las pensiones.
Huelga en noviembre
En este contexto, el pasado fin de semana el movimiento ‘No + AFP’ convocó a un paro nacional para el 4 de noviembre y advirtió que la única manera de evitar la huelga es que el Gobierno de Michelle Bachelet escuche a la ciudadanía y acepte reformar el sistema.
La propuesta de ‘No + AFP’ consiste en crear un fondo de pensiones solidario al que aporten todos los trabajadores un porcentaje de sus sueldos, pero también lo hagan “los patronos y el Estado, para que después de una vida de trabajo se pueda vivir con tranquilidad y dignidad”, concluyó la activista.
La reforma de las pensiones es, junto a la educacional y la tributaria, uno de los grandes retos del Gobierno de Bachelet, pues se refieren a sistemas que convierten a Chile en uno de los países más desiguales de América Latina.