"Se abordó la crisis interna ucraniana, incluidas las posibilidades para el desarrollo del proceso de Minsk", dice el comunicado.
"Se expresó la preocupación por la inestabilidad permanente a lo largo de la línea de separación de las partes y por las violaciones sistemáticas del cese de fuego", dice el comunicado del ente publicado tras una conversación telefónica de los tres líderes.
Además, las partes exhortan a "tomar medidas para la futura desescalada de la situación, en particular la separación de fuerzas y la creación de las zonas desmilitarizadas".
El presidente de Rusia subrayó que la propensión de Kiev a las acciones provocativas perjudica los acuerdos de Minsk.
El documento señala que "la inclinación de Kiev a las acciones militares de este tipo perjudica el proceso de Minsk y la cooperación en el marco del cuarteto de Normandía" (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania).
El pasado 10 de agosto, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia declaró haber prevenido una cadena de atentados que un grupo subversivo enviado de Ucrania supuestamente planeaba realizar en Crimea para desestabilizar la situación ante las elecciones parlamentarias y regionales del 18 de septiembre.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ucraniano y su Dirección General de Inteligencia desmintieron la detención de sus efectivos en Crimea y negaron haber enviado grupos subversivos a la península.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96 por ciento, avalaron esta opción.