"Según sus palabras, no se proponían atentar contra dirigentes de la república ni realizar atentados en instalaciones industriales. El objetivo de los ataques era el sector turístico. Planeaban organizar en diversos puntos una serie de explosiones de poca potencia que, sin causar muertos, habrían provocado pánico entre veraneantes y, a la larga, habrían destruido el turismo", escribe el diario Kommersant que cita fuentes propias.
La mayoría de los detenidos, según estas fuentes, son "vecinos de Crimea, y algunos llevaban DNI rusos cuya autenticidad todavía está por comprobar". "También dijeron haber colaborado con la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania que los adiestró para labor subversiva", según Kommersant.
Un agente del FSB murió durante la detención del grupo subversivo que se produjo cerca de la localidad de Armiansk en la noche del 6 al 7 de agosto. En el lugar fueron descubiertos 20 artefactos explosivos con potencia total equivalente a más de 40 kilos de trilita, detonadores, minas magnéticas y antipersonal reglamentarias, así como granadas y armas que forman parte del arsenal de grupos de operaciones especiales del Ejército ucraniano.
Más de 2,6 millones de turistas visitaron Crimea entre el 1 de enero y el 29 de julio de 2016, lo que supera en un 26,2 por ciento los resultados del mismo período del año pasado, según las autoridades locales.
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Previamente se informó que las autoridades crimeas esperan recibir este año entre seis y siete millones de turistas; en 2015 su número se situó en 4,5 millones.