"Las partes intercambiaron opiniones sobre los riesgos y los desafíos que supone para la Federación Rusa y la República de Bielorrusia el incremento de la presencia militar de la OTAN en Europa del Este, así como sobre la lucha contra el terrorismo internacional", comunicó un portavoz del Consejo de Seguridad ruso.
La delegación rusa, según la nota de prensa, informó a sus colegas de Minsk sobre la operación antiterrorista que se lleva a cabo en Siria.
La OTAN aprobó en julio pasado, durante la cumbre de Varsovia, el despliegue de batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en un incremento sin precedentes en la que explica su presencia militar en Europa Oriental en el marco de una política de contención a Rusia, a la que acusa de desestabilizar la situación en Ucrania.
Los batallones, de 600 a 1.000 militares cada uno, permanecerán en su destino continuamente pero se rotarán cada seis o nueve meses.
Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.
A mediados de mayo de 2016, la OTAN puso en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.
Esta base de interceptores es parte de la arquitectura de defensa frente a misiles balísticos que ya incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, y un radar en Turquía, y en el futuro integrará también un puesto de radares y antimisiles en Redzikowo, Polonia.