La política anticomunista siempre ha sido el lado opuesto de la ideología de EEUU. No obstante, tras la disolución de la URSS, la imagen liberal —en la que se basó la superioridad estadounidense— perdió su relevancia, además, no pudo soportar la tensión nacional, étnica y religiosa. Además, la democracia 'impuesta' por Washington a los países de África y Oriente Próximo, no ayudó a resolver los conflictos internos en las regiones.
"EEUU es un gran país. Y sigue siendo grande. Pero jamás tendrá la autoridad y la fuerza que tenía después de la Segunda Guerra Mundial, y sería una sabia decisión si Washington guarda la fuerza que posee", subrayó el experto.
El experto agregó que Washington no debe permanecer pasivo ante los procesos independentistas en Europa. De acuerdo con el politólogo, "sólo Dios sabe" qué países de Europa puedan sufrir crisis o guerras civiles, ya que, por ejemplo, Escocia y Cataluña, así como una parte de Bélgica, Flandes, pueden obtener la independencia en un futuro próximo.