"De cada uno de nosotros depende si logramos garantizar también el futuro la plena solidaridad por parte de la Unión Europea, el G7 y todo el mundo civilizado con la lucha que libra Ucrania (…) y mantener las sanciones como un elemento de presión sobre Rusia, lo que considero nuestra tarea principal", dijo el canciller reunido este lunes en la capital ucraniana con los jefes de las misiones diplomáticas.
Klimkin también informó a los embajadores que Ucrania presentará los próximos días en un tribunal de arbitraje el pleito sobre su derecho soberano a las aguas adyacentes a Crimea, basándose en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
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La Cancillería rusa declaró el 18 de agosto que Rusia está abierta para debatir con Ucrania el uso de esta Convención, agregando en la reunión del 11 de agosto celebrada en Minsk, en que se preveía esclarecer la interpretación de unas cláusulas de este documento firmado en 1982, la delegación rusa esperaba un debate enjundioso pero la parte ucraniana se limitó a formular numerosas pretensiones solamente.
"Parecía que las preguntas no se hacían a la parte rusa para encontrar una solución de los problemas, si los hay, sino como pretexto para declarar que tocan a su fin 'las consultas anteprocesales con Rusia'", dijo la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
Kiev no reconoció los resultados de este plebiscito ni la adhesión de la península a Rusia y considera Crimea un "territorio provisionalmente ocupado".