"Se ha tomado la decisión de convertir a Rusia, a nivel legislativo, en el enemigo permanente de EEUU, con ayuda del Acta Especial en Apoyo de Ucrania —H. R. 5094 STAND for Ukraine Act—", se explica en el artículo. Ese documento generará una situación similar a la de la Guerra Fría, con la diferencia de que el presidente de EEUU, cualquiera que sea, no podrá influenciar en ella fácilmente.
En el acta también se prohíbe el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia por parte de cualquier órgano gubernamental, así como la impresión de mapas u otros materiales financiados por el Gobierno que muestren la península de Crimea como parte de Rusia.
En otra parte del acta, se lee que la debilitación de las sanciones contra Rusia es posible solo en caso de que Ucrania recupere el control sobre sus fronteras orientales, algo que es posible, según los acuerdos de Minsk, únicamente tras una reforma política, que Kiev no parece dispuesta a realizar.
En el documento también se afirma que "nada en la presente acta puede ser usado como una limitación de las capacidades del presidente de EEUU para contemplar e imponer sanciones adicionales a la Federación de Rusia hasta el momento en que abandone Crimea".
Otra parte del documento estudia la necesidad de tomar medidas contra la "propaganda rusa". En parte, se propone que el Gobierno de EEUU desarrolle una estrategia para intensificar la transmisión de información a la sociedad rusohablante en los países vecinos de Rusia. Esto ayudará a predisponer a los políticos de esa región a favor de EEUU.
El acta, aunque no ha sido aceptada en todas las instancias, demuestra la actitud de una parte de los políticos norteamericanos con respecto a Rusia.