Según estos medios de prensa, los gastos de Defensa para 2017 serán un 2,3% mayores que en el presente, alcanzando la cifra de 51.600 millones de dólares.
NHK informó que Tokio tiene previsto gastar 1.050 millones de dólares en incrementar su defensa antimisil a cuenta de complejos Patriot (PAC-3).
Además, el presupuesto prevé que Japón adquiera por primera vez los modernos misiles teledirigidos antiaéreos estadounidenses SM-3 Block IIA, con un techo de vuelo de 1.000 kilómetros, que serán emplazados en buques de guerra con el sistema de alerta temprana Aegis.
El periódico Nikkei indicó que en otoño del presente año estos misiles serán probados en las cercanías de Hawaii, y a partir de 2017 arrancará su producción.
Esta previsto que sea emplazada en 2023 cerca de las islas en disputa Senkaku.
Se supone que de este modo Japón fortalecerá sus posiciones en la disputa territorial con China en el mar de la China Oriental.
El próximo año fiscal en Japón arrancará en abril de 2017.
A mediano plazo, el plan de fortalecimiento de la capacidad defensiva de Japón para 2018 prevé un incremento anual de gastos militares de un 0,8%.
Los gastos de defensa de Japón comenzaron a crecer en 2013, luego de que el actual primer ministro, Shinzo Abe, retornase al poder en diciembre de 2012.