"En verdad, la única líder política que no robó para enriquecerse está siendo destituida por una banda de ladrones que hicieron precisamente eso. Eso para mi cuenta como un golpe blando", alertó Chomsky quien incluso recordó que The New York Times "resaltó que Dilma Rousseff es tal vez la única política que no robó para beneficiarse".
Antes de referirse al caso concreto de Brasil, Chomsky hizo un repaso de los golpes de estado efectuados en países de América Latina con intervención, directa o indirecta, de los Estados Unidos a lo largo del s.XXI citando los ejemplos de Venezuela, Haití, Honduras y Paraguay, que relacionó directamente con la emancipación de los pueblos latinoamericanos de la influencia de su vecino del norte.
"América Latina ha conseguido en gran medida liberarse del dominio extranjero, principalmente de los Estados Unidos, en los últimos 10 o 15 años. Esto supuso un desarrollo considerable en cuestiones mundiales ya que es la primera vez en 500 años. Es un gran cambio", sentenció el intelectual quien no duda que su país continúa "intentando" golpes de Estado de una manera más sutil.
Como aspecto más crítico, Chomsky reconoció el "tremendo nivel de corrupción" de la política en Brasil lo que, según él, obligó al Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff a "unirse al resto de la élite tradicional en el robo a gran escala" lo que habría dado una oportunidad a "la élite que odia al PT" de utilizarlo en su contra.