Indicó que la disponibilidad de armas nucleares en EEUU significó que actuaba el sistema de acuerdos y que la Unión Soviética era el país, donde "existen las obligaciones y los acuerdos vigentes".
Calificó de alarmante para los países occidentales la idea de que como resultado de la desaparición de la URSS podrían aparecer nuevos países nucleares.
"Y de repente el país soviético se divide y aparecen como mínimo otros tres países nucleares: Bielorrusia, Kazajistán y Ucrania", agregó el exdiplomático y subrayó que "eso les asustó seriamente".
"La URSS existiría hasta hoy"
"Si no fuera por esa asonada, la URSS habría existido hasta hoy, pero renovada radicalmente, y me refiero al país y no al régimen", dijo Pankin.
La Unión renovada y la unidad del país —señaló— tendrían como base óptima la Ley de Fundación de la Unión de Estados Soberanos sometida a debate en aquel entonces.
Sin embargo, la burocracia partidista y los ánimos nacionalistas que se dispararon en las repúblicas federadas incidieron negativamente en los procesos, explicó Pankin.
"Si Gorbachov y Yeltsin hubieran actuado juntos, las fuerzas que estaban detrás de ellos también mostrarían resultados positivos", dijo el exdiplomático al agregar que "en cualquier caso, ya no podía ocurrir nada peor que la desaparición de la URSS".
En agosto de 1991, Borís Pankin fue el único embajador en servicio activo que se pronunció contra la junta golpista que intentó derrocar a Gorbachov.