"Hice muchos esfuerzos para mantener la Unión, y mi credo consistía en que en todo, en todos los asuntos, había que hacer las cosas, pese a las dificultades, sin derramamientos de sangre; no se pudo evitar, pero al menos algo tan horrible como una guerra civil, se evitó", señaló al destacar que no se arrepentía de nada de lo sucedido.
En diciembre del mismo año Gorbachov renunció al puesto de presidente de la URSS.
Recordando la decisión de abandonar el puesto de secretario general del PCUS, el exmandatario señaló que le costó mucho trabajo.
"Mucho, mucho… La situación era así y era necesario reaccionar de esta manera, difícil tanto para mí como para los demás; en esencia, comenzó a quebrarse el país, el Partido, todo, y la situación, digámoslo así, podía derivar en una guerra civil", aseveró a la agencia.
Si algo lamenta Gorbachov, es la desintegración de la URSS.
"Solo puedo decir una cosa, lamento que no exista la URSS, eso lo lamento", aseveró.
Intentaron destituir a Mijaíl Gorbachov y cambiar la línea política del país.
El presidente de la Federación Rusa (RSFSR), Borís Yeltsin, encabezó el movimiento de resistencia a los golpistas, asumió la dirección del país y firmó decretos que calificaron las acciones del GKChP como un intento de golpe de Estado.
Los seis miembros del GKChP y otros altos cargos fueron arrestados y recluidos en prisión tras ser declarados culpables de alta traición.
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El 23 de febrero de 1994, la Duma de Estado (Cámara baja del Parlamento ruso) los amnistió.