"Iván Archivaldo, de 36 años, y Jesús Alfredo, de 29 —el único confirmado como raptado—, han operado los negocios de su papá mientras ha estado en prisiones de máxima seguridad —de las cuales se fugó dos veces en 2001 y 2015—; pero respetan las órdenes de su padre, y el ataque es contra su reinado", dice el periodista de investigación, autor de una docena de libros sobre el narcotráfico.
Ellos son el tercero y cuarto de los cinco hijos de su primer matrimonio con María Salazar, quienes junto con los cuatro que procreó con Griselda López, y las niñas gemelas que el lunes pasado cumplieron 5 años, hijas de su actual esposa Emma Coronel, componen la descendencia de 11 hijos del "capo del mítico, más antiguo y poderoso grupo narcotraficante en el continente americano, y posiblemente del mundo".
Ese grupo señalado como responsable del secuestro colectivo, ha mostrado su poderío atacando el auto blindado del Comisionado federal de Seguridad en Jalisco, emboscando convoyes policiales, cercando ciudades y hasta derribando un helicóptero militar.
Vendettas a la mexicana
Unos 200 hombres llegaron después a recuperar el control de la tierra del Chapo, y el clima de vendetta provocó un silencioso éxodo de miles de campesinos de las sierras de Sinaloa.
Son rivalidades "que se manifiestan en forma tardía", porque las revanchas comenzaron en 2008, cuando Alfredo Beltrán Leyva fue detenido y produjo una violenta ruptura entre el 'Chapo' y los hermanos Beltrán Leyva, que clamaron "traición".
Tras la fuga espectacular de 2015 y su recaptura en enero de 2016 "ocho años después, estamos ante el ocaso del poder del Chapo Guzmán", mientras espera su extradición a EEUU, dice el autor.
"Este secuestro es una reminiscencia de la violencia de los años 1990, cuando los cárteles de Sinaloa y Tijuana guerreaban", explica el investigador.
Este tipo de acciones "han terminado en masacres, como los seis muertos ametrallados en la discoteca Christine", en 1992, en el mismo Puerto Vallarta, que desembocó en el asesinato del cardenal Jesús Posadas Ocampo, en mayo del 1993, "aparentemente confundido con el Chapo".
En aquel "ataque con precisión militar", el 'Chapo' y Héctor Palma, alias El Güero, recién liberado tras 30 años en prisión, intentaron asesinar a los hermanos Arellano Félix, sobrinos del capo rival Miguel Ángel Félix Gallardo, que fueron heridos.
El caso reciente de la Masacre de Iguala, donde 43 jóvenes de la escuela de Ayotizoapa fueron secuestrados y presuntamente asesinados por los Guerreros Unidos —dedicados al tráfico de heroína hacia EEUU—, supuestamente confundidos con el enemigo Cartel de Los Rojos, son nuevas ramificaciones de la guerra intestina.
"Cuando estas decisiones se toman entre jefes de carteles se desencadenan ataques violentos en serie, en ese bajo mundo ahora muy fragmentado", pronostica el investigador.
Fiesta en el paraiso
Se sabe que los hijos mayores del Chapo "son fiesteros pero audaces, es notable que no se llevaron a las nueve mujeres acompañantes y que no tenían guardaespaldas, pero si allí estaba Iván —alias El Chapito—", dijo Reveles.
"Muestra también el nivel de espionaje e inteligencia de sus rivales del CJNG; el problema es saber a dónde va a ir a parar este pleito, porque hay una disputa con esa banda que dirige Nemesio Oseguera, alias El Mencho", quien fue jefe de sicarios de un poderoso capo del Cartel de Sinaloa, Ignacio Coronel, descubierto y muerto acribillado por el Ejército en 2010 en Jalisco.
Juntar a siete hombre y nueve mujeres a festejar un cumpleaños o una despedida de soltera, llegar en cinco autos de lujo a uno de los restaurantes más famosos del segundo destino turístico de México, después de Cancún, reservar desde sus habitaciones que ocupaban hace una semana en un hotel Marriot, tras publicar mensajes en redes sociales desde un yate, es una conducta de personajes de la farándula o del jet set, pero en México también de narcos.
Uno de los invitados ha sido identificado como un guardaespaldas de un ex gobernador de Jalisco y ahora dueño de una empresa de seguridad con registro federal.
El grito que los meseros del restaurante la Leche escucharon en la irrupción armada, fue similar: "Les dije que no quería verlos más por aquí".
De Mauleón explica la ausencia de guardaespaldas en aquel festejo, y citando fuentes de inteligencia de Jalisco concluye: "Alguien les había dado garantías de seguridad o alguien los entregó".
¿Quién es el único y misterioso hombre que salió 33 segundo antes del secuestro del restaurante? Solo se sabe una cosa, dice el escritor: se fue al hotel, pidió un taxi, marchó a toda prisa al aeropuerto y tomó un vuelo.
En otra aeronave también partían seis enigmáticas mujeres.
¿El móvil del secuestro? El investigador Eduardo Guerrero especula: "Evitar que el 'Chapo' revele información sensible a las autoridades de EEUU al momento de ser extraditado".
Hasta la fecha, ninguna denuncia, ningún cadáver.