Los resultados de su trabajo han sido publicados en la revista científica Journal of Nuclear Materials, según comunicó el servicio de prensa de la universidad rusa.
A pesar de las posibles ventajas de emplear este sistema, la construcción de instalaciones termonucleares aún tiene que resolver varios problemas importantes. Por ejemplo, queda por solucionar qué materiales emplear en las partes más delicadas del reactor, las que estarán en contacto con el plasma termonuclear. En este sentido, parece que uno de los materiales más prometedores es el wolframio, aunque los especialistas no saben exactamente todavía qué pasará con este metal cuando el reactor termonuclear esté en funcionamiento. Lo que preocupa especialmente a los científicos es la interacción del wolframio con uno de los elementos del combustible termonuclear: el isótopo radiactivo del hidrógeno, también llamado tritio.
La posible participación del tritio en la deformación radiactiva de la superficie metálica de la primera pared interior del reactor es uno de serios problemas a los que hipotéticamente tendrían que enfrentarse los ingenieros nucleares.
Para encontrar la solución a estos problemas, hay que conocer la capacidad de interacción del hidrógeno con los defectos de la superficie metálica de las paredes de las instalaciones termonucleares y, para ello, los científicos del Departamento de Física del Plasma de la MEPhI han desarrollado un nuevo método de medición de este importante parámetro.
Según Gasparián, a diferencia de los métodos aplicados anteriormente, el nuevo sistema permite obtener los resultados de una forma más precisa. Los factores que hasta ahora influían en las cifras de las mediciones no afectan a la nueva fórmula o tienen un impacto muy limitado.