"La cantidad de combatientes que se desmovilizarán es algo que se desconoce con exactitud hoy en día, por lo que debemos esperar la información que de ello entreguen las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)", dijo Mitrotti.
Sin embargo, el funcionario destacó que la ACR está "absolutamente" preparada para recibir a los desmovilizados.
Según Mitrotti, tampoco está clara la función que tendrá la ACR en las zonas donde los combatientes se desmovilicen y dejen las armas, un asunto que debe resolverse en la mesa de negociaciones Gobierno-FARC, instalada en la capital de Cuba.
Una vez resuelto ese punto se podrá saber "cuáles van a ser esas primeras atenciones en las zonas de ubicación y en las zonas campamentarias", dijo Mitrotti.
El jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle, anunció que para agilizar el proceso prestarán apoyo directo a las delegaciones en La Habana el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, la canciller María Ángela Holguín, el consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, y el propio Mitrotti.
"El objetivo de nuestro viaje (a La Habana) es poner al servicio de este proceso de paz las lecciones aprendidas por la ACR durante sus 13 años de existencia", dijo Mitrotti en el comunicado.
El Gobierno colombiano y las FARC mantienen diálogos en La Habana desde noviembre de 2012 para poner fin a un conflicto armado interno que se inició formalmente en 1964 y que ha dejado unos 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según cifras oficiales.