10 de agosto 2016, 20:33 GMT
"Siria atraviesa una fase próxima a la desintegración", afirmó Ignatenko en una reunión de expertos al recordar que en el territorio del país existe el llamado Estado Islámico y una autonomía kurda en el norte y que el Gobierno de Bashar Asad, el cual defiende los intereses de la comunidad chií y alauí, no controla prácticamente las zonas suníes.
Para Ignatenko, "Siria jamás volverá a ser la que fue antes de 2011".
"Habrá una nueva Siria. Lo más probable es que haya varios Estados independientes, un territorio kurdo, otro suní, posiblemente un Estado de alauíes chiíes, o algún tipo de confederación si la comunidad internacional consigue preservar a Siria en sus fronteras actuales", supuso el experto.
La ONU estima que el conflicto armado en Siria ha causado unos 250.000 muertos desde marzo de 2011, pero ha dejado de actualizar esta cifra hace tiempo.
Por su parte, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, calcula que las bajas mortales se aproximan a 400.000.
