Según la fiscal, a los saboteadores "ni siquiera les importa que en la península descansen cientos de ciudadanos ucranianos que, con su postura, apoyan a los habitantes de Crimea".
"Por lo visto, los jefes de Ucrania se han convertido en simples terroristas. Con sus actos están demostrando que ellos [Ucrania] no son un estado democrático ni civilizado", ha añadido Poklonskaya.
La noche del 6 y el 8 de agosto, el Servicio de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) frustró los intentos de varios grupos subversivos, organizados por el Ejército de Ucrania, de realizar actos terroristas e internarse en el territorio de la península. Durante los enfrentamientos, perdieron la vida dos militares rusos. En el lugar fueron descubiertos 20 artefactos explosivos, detonadores, minas magnéticas y antipersonal reglamentarias, así como granadas y armas que forman parte del arsenal de grupos de operaciones especiales del Ejército ucraniano.