Washington debe apoyar más enérgicamente, a su juicio, a los extremistas en Siria, para presionar sobre Damasco, Moscú y Teherán y conseguir un arreglo diplomático.
Anteriormente, Morell apoyó la candidatura de Hillary Clinton en las presidenciales y, según medios estadounidenses, podría ocupar un alto puesto en su Gabinete.
A juicio del director de este Instituto, Valeri Gárbuzov, las manifestaciones duras de los funcionarios estadounidenses se deben a que Washington y Moscú tienen criterios opuestos respecto a problemas sirios.
"Las posiciones de ambos países difieren en la valoración del presidente Bashar Asad y de las fuerzas que se le oponen (…), en particular no hay unidad de criterio respecto a los grupos de la oposición con que se puede sostener conversaciones", señaló.
A juicio del experto, la conclusión fundamental que debe hacerse de la declaración de Morell es que "la política que hoy aplica Obama continuará si Clinton llega a ser presidente", máxime que ella, al desempeñarse como secretaria de Estado de 2009 a 2013, fue una de los autores de esta línea "que desestabilizó toda la situación en Medio Oriente".
"Rusia debe comprender claramente con quién tiene que ver e incluso agradecer a Morell su filtración sobre los fines auténticos de la presencia estadounidense en Siria", resumió.
Por otra parte, Gárbuzov recordó que la toma de decisiones en EEUU es un procedimiento complicado, en que se consideran diversos puntos de vista, y adujo el ejemplo del actual secretario de Estado, John Kerry, quien se inclina a mostrar una actitud sopesada y buscar un equilibrio.