En el 2011, un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, dirigidos por el profesor de bioquímica Kieran Clarke, desarrolló una bebida llamada DeltaG. Inicialmente, el producto presentaba un especial interés para la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa) del Departamento de Defensa de EEUU, que buscaba un fármaco para elevar las capacidades de combate de sus soldados.
Sin embargo, resultó que el aditivo puede también favorecer a deportistas: aumenta su productividad, pero no es considerado dopaje. ¿Cómo?
La bebida permite salvaguardar reservas de glucógeno cuando se agotan las reservas de energía convencionales. Aunque esto no permite a una persona común convertirse en un deportista profesional, sí ayuda al atleta cuando se trata de competiciones de velocidad y resistencia.
En un artículo publicado en la revista Cell Metabolism, los investigadores examinaron los efectos del consumo de cetona en 39 deportistas. Según los científicos, el suplemento aumenta el rendimiento de los ciclistas en un 2%. Esto podría ser vital cuando la diferencia entre el oro y la plata es de milésimas de segundo.
El DeltaG no saldrá a la venta pública hasta finales de 2016. Sin embargo, el grupo de investigadores de Kieran Clarke dice haber entregado el suplemento a más de 300 atletas, sin dar a conocer a quién exactamente. Los creadores de la bebida reportaron ya resultados positivos y sin efectos secundarios.