'Phelpslandia', el Estado imaginario que arrasaría frente a países reales en los JJOO

Para hacerse una idea de la dimensión de la hazaña, basta una simple comparación: en el mismo periodo de tiempo en que Michael Phelps ha logrado 21 victorias olímpicas (2000-2016), la delegación española entera ha cosechado 14 oros, la argentina seis, la mexicana cuatro, la colombiana y la chilena dos, y la venezolana y la ecuatoriana uno.

El 'tiburón de Baltimore' no solo tritura competidores, sino también países enteros. La andadura olímpica del nadador comenzó en Sidney 2000. A los 15 años, se convirtió en el integrante más joven del equipo de natación de EEUU en casi siete décadas. Su quinta plaza en la final de los 200 metros mariposa ya presagiaba que aquel diamante en bruto se transformaría pronto en la gema más preciosa en la historia del deporte.

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En 2004, un Phelps mayor de edad —19 años— mostró por primera vez sus colmillos. En Atenas conquistó seis oros y dos bronces. Si el joven de Baltimore hubiera representado a un Estado propio, pongamos 'Phelpslandia', habría acabado 16º en el medallero, empatado a oros con el anfitrión —Grecia— y por delante de Noruega y Países Bajos (5), Suecia (4) y España (3).

La eclosión del genio de la natación se produjo en los JJOO de Pekín 2008. Sus ocho oros, aderezados con siete récords mundiales, enterraron la hasta entonces inalcanzable gesta de Mark Spitz en Múnich 1972 —siete preseas de la máxima categoría—. A sus 23 años, Phelps se convertía en una figura imperecedera del movimiento olímpico.

Si establecemos una comparativa del país imaginario 'Phelpslandia' con otros territorios en ese 2008, la tabla de medallas exhibiría el siguiente resultado: la tierra de Phelps habría quedado en 10º lugar, por detrás de Italia —aunque empatada a metales dorados—. Se habría situado por delante de Francia, Ucrania y Países Bajos (7), de Kenia y Jamaica (6), y de España (5). 'Phelpslandia' pisaría los talones a Japón (9 oros), si bien quedaría lejos de China (51), EEUU (28, restándole los de Phelps) y Rusia (23).

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La resaca olímpica de Pekín no le sentó muy bien al astro de Baltimore, que fue suspendido durante tres meses por consumo de marihuana en 2009. Londres 2012 supuso un punto de inflexión en la carrera profesional de Phelps. Tenía que demostrar que el coqueteo con las drogas había quedado atrás y que volvía por sus fueros a la alta competición.

En la capital del Reino Unido, el nadador cosechó un buen resultado, aunque lejos de las expectativas depositadas en él. El saldo fue de cuatro oros y dos platas. En el medallero, 'Phelpslandia' habría ocupado la 20º plaza, empatado a metales dorados con Jamaica, Irán, República Checa y Corea del Norte —figuraría técnicamente por delante de esta última gracias a su mayor número de platas—. Por detrás del 'tiburón' se agazaparían España, Brasil, Sudáfrica y Etiopía, con tres oros.

En 2016, en Río de Janeiro, el nadador de 31 años parece haber recuperado por completo la sonrisa y eso que todavía no ha terminado su periplo olímpico, de modo que alguna cifra puede bailar. Pero la realidad es que, de momento, Phelps acumula ya tres oros. Si la competición hubiera acabado el 10 de agosto, el país del 'tiburón' se ubicaría en la octava posición del medallero, empatado a preseas doradas con Rusia, Italia, Corea del Sur y Japón.

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