Aunque este método de la medicina popular es antiguo y data de hace varios siglos o incluso milenios, en la memoria de los ciudadanos de la ex Unión Soviética tiene un lugar especial, puesto que la terapia fue allí enormemente popular.
Empleadas por los soviéticos como parte de una terapia para tratar resfriados, las ventosas — 'banki', en ruso— son utilizadas por los deportistas de EEUU como herramienta adicional frente a las sobrecargas físicas. La técnica compite con el masaje y, además, alivia el dolor.
"Es el secreto que me ha permitido mantener la salud a lo largo de este año", confiesa Alexander Naddour, gimnasta artístico y miembro del equipo norteamericano en los JJOO del Río de Janeiro.
Insiste en que el juego de ventosas adquirido 'online' por 15 dólares le ha sido de más ayuda que los masajes o inyecciones de cortisona en el objetivo de combatir los efectos del estrés:
"Ha sido la mayor ganga de mi vida", afirma Naddour, quien también destaca la sencillez del método, que ni siquiera requiere la presencia del médico. O sea, cualquier persona puede asistir para 'succionarte' la parte dolorida del cuerpo.
A otro participante de los Juegos, el laureado nadador Michael Phelps, tanto le complace esa práctica que exhibe su espalda llena de moratones en Instagram.
Cabe mencionar que los deportistas han retomado la terapia de la medicina popular de las estrellas hollywoodienses, como Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston.
Sin embargo, no a todos los actores les ha gustado el experimento. Al intentarlo, David Arquette sintió cierto "asco" y, posteriormente, se refirió a las marcas rojas que le dejaron las ventosas como a unos "chupones gigantes".