El proyecto estuvo a cargo de la empresa IBM, que lo adquirió hace dos meses y lo dotó de una identidad argentina: Gardelito puede jugar al fútbol. El desarrollo del hardware estuvo a cargo de la empresa francesa Aldebaran Robotics. Luego IBM trabajó en el software para darle al humanoide la capacidad de interactuar, resolver desafíos y responder preguntas.
La apariencia de Gardelito dista mucho de la de Carlos Gardel, el célebre cantante de tango en honor a quien fue bautizado. Parece un astronauta y mide 58 cm de altura.
"Es como un pequeño niño. Empieza a aprender de a poquito. Lo que tiene por detrás es la tecnología de Watson, nuestro sistema de computación cognitiva", aseguró a la prensa Stella Loiacono, directora de Tecnología de IBM Argentina.
Pero eso no es todo. Mediante cámaras y sensores, Gardelito es capaz de aprender y reproducir movimientos. Por eso puede bailar o patear una pelota.
Mientras sigue aprendiendo, desde IBM exploran cómo hacer que Gardelito algún día pueda asistir a un amplio rango de profesionales.