El mayor problema al que se enfrenta Asad en Alepo es garantizar la seguridad de la población civil. A pesar de que las fuerzas sirias han pedido a los ciudadanos abandonar las zonas de alto riesgo por medio de los corredores humanitarios creados con ese fin, "la gente del este de Alepo estaba apoyando a los rebeldes y teme ser arrestada en caso de usar esos corredores".
Mientras que Asad intenta sacar a la población civil de la urbe para continuar con más ahínco la lucha contra los rebeldes, estos intentan evitarlo, en parte para "esconderse detrás de los ciudadanos".
El experto considera que la intervención de Moscú en la guerra supuso un momento determinante, después del cual ha cambiado la situación de pies a cabeza. Sin embargo, no hay que sobreestimar el papel desempeñado por Rusia, dado que Irán, Líbano, Irak y Afganistán también participan en la contienda, así como la organización islámica Hizbulá, reflexiona el autor.
Steinberg está seguro de que EEUU ya no busca la salida de Asad, aunque sigan afirmando que es la opción más deseada. En 2014, explica el experto, EEUU decidió luchar contra Daesh —organización proscrita en Rusia y otros países— y la salida de Asad pasó a un segundo plano.
"Yo considero que el Gobierno norteamericano y Europa no han sido del todo honestos", afirma Steinberg. En su opinión, después de la crisis de refugiados en 2015, algunos de los jugadores políticos europeos están satisfechos con que Asad controle una parte significativa de Siria. Occidente tiene miedo de que la extensión del caos en Siria signifique el éxodo de los habitantes de ciudades como Damasco, Hama, Homs y Latakia. "Es por eso que EEUU y sus aliados no quieren que el régimen de Asad caiga".
Las negociaciones de paz no son una opción, considera el experto. El Gobierno de Asad se ha fortalecido lo suficiente como para no ceder en ese sentido.
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Para finalizar, el analista aseveró que la clave para una mejora en la situación humanitaria en Siria puede ser un acuerdo entre EEUU y Rusia. Sin embargo, la gran influencia de Irán en la región es un obstáculo para la consecución de una solución política entre los dos países.