"La producción de productos agrícolas y alimenticios sigue creciendo en Rusia en el marco del programa de sustitución de importaciones y conforme a los planes de incremento de las exportaciones", dice la nota.
Las autoridades rusas prohibieron importar carne y embutidos, pescado, mariscos, frutas, verduras y productos lácteos.
En junio de 2015 las restricciones fueron prolongadas por un año en respuesta a la prórroga de las sanciones de Occidente. En junio de 2016 el embargo agroalimentario ruso fue prolongado hasta el 31 de diciembre de 2017.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 30 мая 2016 г.
"En la primera etapa, la sustitución de los suministradores extranjeros y el incremento de las ofertas del producto nacional hicieron crecer los gastos de producción y los precios", señala la nota.
Pero más tarde —añade el texto— el embargo agroalimentario dejó de influir de manera importante en el dinamismo de los precios de los alimentos "debido a que los productores y suministradores se adaptaron a las nuevas condiciones".
El Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia calcula que la Unión Europea, EEUU, Canadá, Noruega y Australia han perdido un mercado de ventas evaluado en 8.600 millones de dólares anuales como consecuencia del embargo agroalimentario ruso.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 июля 2016 г.