La plataforma Nerekhta ha sido elegida como la más apropiada para realizar una serie de innovaciones, convirtiéndose así en un 'laboratorio' para llevar a cabo toda clase de experimentos en los robots terrestres que apoyan operaciones militares, asegura Ígor Denísov, vicedirector general del Fondo de Investigaciones Avanzadas (FPI, por sus siglas en ruso).
El Nerekhta, anteriormente equipado con ametralladoras de calibre 7,62 y 12,7 mm, recibirá un nuevo tipo de munición que le permitirá luchar contra objetivos más pesados.
Esta arma rusa recibirá también un nuevo sistema automático de mando, que le permitirá autónomamente monitorear a sus objetivos en el campo de batalla y personalizar el ataque a los mismos. Además, el robot podrá interactuar con otros aparatos, entre ellos aeronaves no tripuladas, aumentando el poder de batalla de los dos sistemas.
"La arquitectura modular del sistema [Nerekhta] le permite fácilmente cambiar e incrementar las posibilidades de configuración de los sistemas no tripulados: unir los objetivos en una red de ataque única, añadir nuevas funciones, realizar copias de los bloques necesarios para disminuir la posibilidad de fallos y, finalmente, integrar el tipo necesario de carga útil", informó FPI al medio ruso.
El FPI, denominado por los periodistas como el equivalente a la agencia estadounidense Darpa (Defense Advanced Research Projects Agency), fue fundado en 2012.
La institución financia más de medio centenar de proyectos y creó laboratorios en prestigiosos institutos científicos del país.