"Las características de estas armas hacen que la tentación de usarlas aumente. Esto significará una reducción sustancial del umbral del uso de armas nucleares con todas las consecuencias resultantes", dijo a RIA Novosti.
Según el diplomático, "hay motivos para creer que las nuevas bombas se consideran por el Pentágono no solo como un elemento de disuasión, sino también como un arma en un campo de batalla cuyas características son adaptadas a decisiones de tareas operativas".
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, por su parte, comentando los planes norteamericanos de incluir en su arsenal las bombas modernizadas B61-12 afirmó a RIA Nóvosti que Rusia tiene la intención de abordar durante su diálogo con EEUU el conjunto de temas referentes a la modernización de los arsenales nucleares.
"Los temas de modernización de los arsenales nucleares, al igual que otros aspectos de todo lo que incide en la estabilidad estratégica es asumido por Rusia, y lo seguirá viendo, como parte de su diálogo con EEUU, de un modo integral, de conjunto y relacionado con factores de diversos planos que inciden en la estabilidad estratégica", aseveró.