Deyab, quien residía en Uruguay desde que fue liberado por EEUU en diciembre de 2014, "está bajo resguardo humanitario y en proceso administrativo de deportación", dijo el inspector del Sebin, Marco Alberto Maestre, quien no aclaró cuándo ni a qué país será deportado.
Ante la solicitud de visitar a Deyab, las autoridades del Sebin sugirieron atenerse a los horarios de visita del próximo fin de semana.
Deyab fue interceptado el martes 26, cuando salía del consulado uruguayo en Caracas, por 13 agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), dijo a Sputnik una fuente de la embajada de Uruguay en este país.
Además, un funcionario del CICPC entregó a Sputnik una fotografía del hombre, en la que aparece con el pelo corto, y una fotocopia de su documento de viaje expedido por el Gobierno de Uruguay.
El informante de la embajada uruguaya confirmó que Deyab llegó solo hasta allí, usando muletas y llevando dos bolsas con medicamentos.
Al llegar solicitó el teléfono para llamar a su esposa, que se encuentra en Turquía, dijo la fuente.
Sputnik también comprobó que la Defensoría del Pueblo de Venezuela había emitido oficios a la fiscalía para conocer el paradero de Deyab.
Más temprano, el director de la estatal Institución Nacional de Derechos Humanos del Uruguay, Juan Raúl Ferreira, dijo a esta agencia que estaba estableciendo "contactos institucionales" con la Defensoría del Pueblo de Venezuela para conocer la situación de Deyab, pero se excusó de dar más declaraciones.
El hombre, de 45 años, pasó más de 12 en la prisión militar estadounidense de Guantánamo para sospechosos de terrorismo, pero nunca fue acusado de delito alguno por la justicia.
En diciembre de 2014 fue acogido por Uruguay y junto a otros cinco liberados de Guantánamo.
Deyab goza de estatus de refugiado concedido por el Gobierno uruguayo y no tiene prohibición legal para dejar el país.
Uruguay también niega haber montado algún tipo de vigilancia sobre sus movimientos, sin embargo, fueron fuentes de seguridad de este país las que informaron a la prensa que le perdieron la pista a inicios de junio, justo cuando comenzaba el mes sagrado musulmán del Ramadán, en la frontera con Brasil.
La policía brasileña confirmó que Jihad había intentado ingresar a mediados de mayo con su documento uruguayo por un puesto fronterizo, pero se le impidió hacerlo por carecer de la visa que exige Brasil a los ciudadanos sirios.