"Hoy es mi primer día y mañana me voy a reunir con la presidenta saliente (Melba Acosta), hasta el momento lo que ella me ha expresado y a la junta (del BGF), es que los acreedores habían perdido interés en negociar porque estaban un tanto en espera de la Junta de Control Fiscal", expresó Bacó Bagué, según declaraciones reproducidas por el diario El Vocero de Puerto Rico.
Bacó Bagué, quien asumió tras la renuncia de Acosta el 7 de julio, explicó que el diálogo con los acreedores ya está en manos de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico, que desde abril dirige Victor Suárez.
La Autoridad de asesoría financiera "es el ente que tiene a cargo" el tema fiscal y "en su momento va a negociar la deuda", continuó el presidente del BGF, quien se refirió también a la creación de la Junta de Control Fiscal, que tendrá potestad para reestructurar la deuda de la isla, que se estima en unos 70.000 millones de dólares.
"Para nosotros no es la situación ideal, no es lo que queríamos, pero dentro de la gravedad y la profundidad, se consiguió una legislación que estuviera de acuerdo los republicanos y los demócratas… es una legislación de mucha envergadura…", dijo Bacó Bagué.
Según el funcionario, la Junta creada por el Congreso de Estados Unidos deberá buscar una rápida solución a la crisis financiera que afecta a Puerto Rico.
La Junta fue creada en el marco de la ley PROMESA (acrónimo inglés de ley para la supervisión, la administración y la estabilidad económica de Puerto Rico) y entre sus potestades está la de definir el presupuesto y los impuestos del país caribeño.