Como parte del 'reinicio' de las relaciones bilaterales, Clinton trabajó 'agresivamente' para atraer inversores estadounidenses a Skólkovo y ayudó también a la corporación estatal rusa Rusnano a identificar las empresas tecnológicas de EEUU dignas de merecer una inversión, informó la publicación.
Muchas compañías tecnológicas, entre las que se encontraban grandes donantes de la Fundación Clinton (Google, Intel, Cisco), financiaron de manera masiva el desarrollo de la ciudad tecnológica rusa. En 2010, varios acuerdos fueron firmados entre Skólkovo y compañías norteamericanas, apuntó WSJ.
En 2012, Conor Lenihan, vicepresidente de la Fundación Skólkovo, quien anteriormente estuvo asociado con la Fundación Clinton, informó que la estructura había reunido 28 "socios clave" norteamericanos y europeos. El artículo del WSJ destacó que el 60% de esos socios había colaborado financieramente con la Fundación Clinton o patrocinado discursos de Bill Clinton. Desde el lado ruso, muchas donaciones también fueron enviadas a la Fundación Clinton.
La investigación, realizada en el marco del Programa de Investigaciones Militares Extranjeras del Ejército de EEUU, demostró que el objetivo del proyecto de Skólkovo es el intercambio científico y técnico en las áreas de tecnología de la información, la biomedicina, la energía y los satélites, el espacio y las tecnologías nucleares.
Además, el informe dice que el Fondo Skólkovo "está implicado en actividades relacionadas con la Defensa desde diciembre de 2011, cuando se aprobó un proyecto relacionado con el armamento: el desarrollo de motores para misiles de crucero supersónicos."
Según Schweitzer, aunque fuera posible probar que los millones de dólares en donaciones a la Fundación Clinton por parte de los socios de Skólkovo no estaban vinculados con el hecho de que Hillary hiciera caso omiso a los fines militares de la estructura rusa, "la cuestión todavía sería problemática".
Los responsables de la campaña presidencial de Hillary y los representantes de la Fundación Clinton rehusaron comentar las afirmaciones de WSJ.