"Los rusos no han sido capaces de presentar un plan fiable para poner fin a la guerra; al mismo tiempo el presidente Asad afirma que recuperará cada palmo de su territorio, pero esto es ciencia ficción y nunca se hará realidad, por lo tanto, creo que los rusos también deben tomar ciertas decisiones", dijo McGurk.
Siria vive desde 2011 un conflicto armado que se ha cobrado más de 250.000 vidas, según el último balance oficial de la ONU, o unas 400.000, de acuerdo con las estimaciones del enviado especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura.
Las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre las que las más activas son Daesh (o Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas proscritas en Rusia y varios países más.
EEUU insiste en que el presidente Asad debe dimitir para hacer posible una solución del conflicto.