Lula ha sido sorprendido por la noticia cuando participaba en un seminario en São Paulo, y se ha dirigido directamente a la platea.
"No quiero hablar de mis problemas personales para no transformarlos en problemas colectivos, pero mientras estoy aquí hablando con vosotros me he enterado que se aceptó una denuncia contra mí por obstrucción de Justicia. Vamos a ver que es. No quería tratar del asunto, pero ya me cansé", ha dicho.
Acto seguido Lula ha remarcado que son la fiscalía, la policía o la prensa quienes tienen que probar que tiene un apartamento mostrando algún tipo de contrato, en referencia al tríplex de Guarujá, que habría recibido como agradecimiento por sus gestiones a favor de empresas manchadas en la trama de Petrobras.
Sin embargo, la imputación de Lula de este viernes, la primera desde que arrancó la Operación Lava Jato, no se refiere a este apartamento, sino a las supuestas maniobras que se llevaron a cabo para silenciar al exdirectivo de Petrobras Néstor Cerveró, uno de los principales delatores del caso.
Según las investigaciones Lula estaría detrás de los intentos de acallar a Cerveró, una operación que lideraba el ex senador del Partido de los Trabajadores (PT) Delcídio Amaral, que también ha sido imputado este viernes.