"Justo al día siguiente del intento de golpe, el apoyo más significativo fue concedido por Rusia que subrayó su apego al Gobierno legítimo (de Turquía)", expresó.
A la vez señaló que "la llamada del presidente de Rusia tras el acto antidemocrático, tras el intento de traición a la Patria, fue de gran importancia para Turquía".
Turquía vivió en la noche del 15 de julio una intentona golpista que se saldó con 246 muertos —sin contar a los amotinados— y casi 2.200 heridos.
Tras estos sucesos, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, deseó en una conversación telefónica con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que el orden constitucional y la estabilidad en Turquía se restablezcan lo antes posible.
A la vez, el mandatario ruso indicó que confía en que Turquía podrá garantizar la seguridad de los turistas rusos y Erdogan en respuesta aseveró que se tomarán todas las medidas necesarias.
Actualmente, Turquía vive bajo estado de excepción declarado por tres meses.