El periodista fue abatido en el municipio Tierra Blanca (unos 300 km al sureste de la capital), de ese estado asolado por el narcotráfico, que lo había amenazado de muerte a principios de este año.
Las primeras indagaciones apuntan a dos agresores, y en la escena quedaron casquillos de balas calibre 9 milímetros, dijo la Fiscalía de ese estado, el más peligroso para el periodismo, mientras que México figura entre los peores países para ejercer la profesión, de acuerdo con organismos defensores de la libertad de expresión.
Entre sus reportes, el periodista había documentado el año pasado el hallazgo de fosas clandestinas con 35 restos de personas, que abrían sido asesinadas por el cartel narcotraficante de Los Zetas, fundado por exmilitares.
La Comisión Estatal de Atención a Periodistas ha lamentado "el sensible fallecimiento del comunicador" y reafirmado su "compromiso y respaldo incondicional a sus familiares a quienes se les atenderá de forma integral para asegurar para asegurar su derecho de acceso a l justicia", dijo en un comunicado este jueves.
Esa comisión estatal ha sido creada ante la ola de violencia en un estado donde, incluido este crimen, han sido asesinados 18 periodistas desde el año 2000, y ha exhortado a las autoridades a esclarecer el crimen y castigar a los autores.
Además, otros 20 periodistas han desaparecido en el país latinoamericano desde el año 2005 y se han registrado 49 atentados a medios de comunicación desde el año 2006, según cifras del Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH.
En los cuatro primeros meses de 2016, un total de seis periodistas fueron asesinados en México, según el ombudsman federal.