Para mostrar su indignación e ira, la gente que pasa por el lugar —situado en el paseo de los Ingleses—, escupe y tira botellas de plástico, piedras y latas en la montaña de basura.
La noche del 14 de julio de 2016, durante el festejo del Día de la Toma de Bastilla, el atacante, que conducía un camión, atropelló a residentes locales y turistas que observaban los fuegos artificiales con motivo de la celebración. En el ataque murieron 84 personas y más de 300 resultaron heridas.