"Más de tres meses después de los anuncios del presidente Obama, el 15 de marzo, de que se eliminaría la prohibición a Cuba para utilizar el dólar en sus transacciones internacionales, lo cierto es que no se ha logrado todavía efectuar pagos ni depósitos en efectivo en esa moneda", afirmó recientemente el propio mandatario cubano, Raúl Castro.
La eliminación de esas restricciones beneficiaría no solo a los cubanos, sino a los empresarios estadounidenses que ven en la isla un mercado natural y casi virgen, pero que sigue siendo un espejismo por no contar con las vías legales de acceso. No obstante, aunque con esas trabas, se va consiguiendo avanzar lentamente en los negocios entre ambos países.
En La Habana, el Hotel Quinta Avenida ha comenzado a ser operado por la cadena Sheraton, convirtiéndose en la primera compañía estadounidense en hacer algo así desde 1959. Este hotel, propiedad de la empresa cubana Gaviota, es uno de los que la empresa Starwood Hotels & Resorts Worldwide gestionará tras un acuerdo con el Gobierno cubano en marzo pasado.
De alguna manera, ya empiezan a contarse los dólares que va dejando un proceso que promete mayores dividendos económicos a ambos lados si logra saltarse los escollos políticos. Por ahora, el mayor obstáculo lo constituye el bloqueo, que, a pesar de todo, sigue haciendo de las suyas, poniendo zancadillas a muchas de las iniciativas comerciales.
Si bien por una parte la administración Obama ha manifestado su intención de avanzar en algunos sentidos, como en la flexibilización de los viajes de norteamericanos, suele encontrarse con la reticencia de los sectores más inmovilistas. Sin ir más lejos, hace pocos días, un grupo de legisladores en Washington logró introducir mociones en contra de los viajes a la isla en el presupuesto de la nación del próximo año en la Cámara de Representantes del Congreso, lo que sin dudas dificulta el camino.
No obstante, con vistas al futuro de las relaciones, la mayoría de los analistas no consideran improbable un eventual levantamiento del bloqueo, lo que permitiría no solo el intercambio económico bilateral, sino que favorecería la posición de Cuba en este sentido ante el mundo.
Pero lo cierto es que las décadas de bloqueo (entre otras cosas) han conseguido también que Cuba afiance sus alianzas internacionales en el terreno comercial, con países como Rusia, Venezuela, China o España. Tampoco los cubanos están dispuestos a volver a los tiempos de la neocolonia.
El analista Jesús Arboleya lo enfoca desde otro punto de vista. "Los márgenes de competitividad que se derivan de estas relaciones respecto a terceros, ofrecen mayor libertad a Cuba para escoger sus socios y establecer condiciones que resulten más beneficiosas para el país, diversificando las posibilidades de su mercado internacional", afirma.
Como se ha repetido hasta el cansancio, el momento es histórico. Más allá incluso del Gobierno norteamericano y hasta del bloqueo, el futuro de los cubanos depende de lo que sepamos hacer con esa normalización y cómo logremos que sus beneficios lleguen a todos.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
Les invitamos a comentar la publicación en nuestra página de Facebook o nuestro canal de Twitter.