El hombre, de 31 años, logró convencer a sus amigos para que hicieran llegar el dinero a la ciudad tunecina de Msaken —donde nació el autor del salvaje ataque—. Los familiares se quedaron muy sorprendidos por la elevada suma, pero apuntaron a que el terrorista habría podido acumularla durante los ocho años que trabajó en Francia.
"Nos enviaba pequeñas cantidades de dinero de forma regular, como la mayoría de tunecinos que trabajan en el extranjero. Esta vez, Mohamed nos envió todo el dinero que había ahorrado", aseguró el hermano menor del atacante, Jaber, que calificó el hecho como "un golpe de suerte".
Además, informa el medio, algunos miembros de la familia de Bouhlel afirmaron que padecía trastornos mentales graves desde la niñez y que no era religioso.
El 14 de julio, antes de ser abatido por la policía, Bouhlel arrolló con un camión a la multitud concentrada en el Paseo de los Ingleses de Niza con motivo de la Fiesta Nacional de Francia. El ataque se cobró la vida de 84 personas.