En la noche del 14 de julio, durante la celebración del Día de la Bastilla en Niza, un camión embistió la multitud que se había congregado en el Paseo de los Ingleses para ver los fuegos artificiales y siguió arrollando a la gente en un recorrido de dos kilómetros hasta que la policía abatió al conductor.
En el atentado perdieron la vida 84 personas, además del atacante. El número de los heridos supera los 300.
El fiscal de París, François Molins, confirmó que en la cabina del camión fueron hallados un carné de conducir y una tarjeta de crédito al nombre de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, de 31 años, francés de origen tunecino que vivía en Niza.
El hombre trabajaba como repartidor y era conocido por los actos de amenazas, violencia y vandalismo. El 24 de marzo de 2016 un tribunal le condenó a seis meses de prisión suspendida.
Más tarde, el grupo terrorista Daesh reivindicó el ataque al afirmar que Bouhlel era "un soldado del Estado Islámico".
El llamado Estado Islámico, o Daesh, es una organización declarada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y proscrita en numerosos países, incluida Rusia.
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