"Los 'amigos de la independencia kosovar', los que apoyan las iniciativas antiserbias no deben esperar que Belgrado cierre sus puertas a sus amigos e imponga sanciones contra ellos. No es normal, y ningún país del mundo lo haría, menos aún lo hará Serbia", señaló.
"EEUU desde hace ya 20 años invierte en la independencia de Kosovo", citó Dacic las recientes palabras de la subsecretaria del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland. El diplomático argumentó que esto "suena raro, ya que Kosovo proclamó su independencia solo hace ocho años".
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Además, opinó que pronto llegará el día en que se revise no solo lo que ha pasado en Irak —refiriéndose al famoso Informe Chilcot publicado en el Reino Unido—, sino también en Yugoslavia en 1999.
"Pasados 17 años tras los bombardeos no podemos simplemente decir que vamos armonizar nuestra política con la de la UE o que 'todos en esta unión son nuestros amigos'. Lamentablemente, no todos lo son", observó.
Dacic reiteró que Belgrado sí quiere ingresar en la Unión Europea, pero no solo Serbia debe asumir su responsabilidad por sus acciones, sino Occidente también.
Argumentó que Rusia "cambia las fronteras europeas de manera unilateral", olvidando que el mismo Occidente violó hace ocho años estas fronteras al reconocer la independencia ilegal de Kosovo.
El antiguo diplomático serbio, Zoran Milivojevic, precisó que Serbia tiene intereses legítimos y tiene derecho a defenderlos.
"No hay ninguna razón para reconsiderar las relaciones con los países que son antiguos amigos de Serbia, como Rusia", recalcó.
Milivojevic concluyó que es inaceptable seguir con las demandas parecidas —a la de imponer sanciones contra Rusia-, mientras que las mismas negociaciones sobre el ingreso de Serbia a la UE se realizan "con tanta demora".