La Cámara sospecha un "acuerdo de voluntades", entre Báez, su grupo económico y la familia Kirchner, indicaron las fuentes.
"Es con ese norte que debe completarse la instrucción, sin dejar de lado todos aquellos aspectos de los hechos de la causa que se vinculan con el enorme patrimonio que se ha descubierto en cabeza del grupo —reflejado en cuentas bancarias, empresas, propiedades, vehículos y muchos otros bienes— y que se sigue develando", señala la resolución de la Cámara.
Detenido desde hace tres meses, Báez fue procesado el pasado 19 de abril junto a su hijo Martín por el supuesto lavado de unos 5,1 millones de dólares a través de la financiera SGI, conocida como La Rosadita, a finales del año 2012.
A principios de junio volvió a ser procesado por intentar reingresar al país casi 33 millones de dólares a través de la compra de bonos en Suiza entre finales de 2012 y abril de este año. Ese dinero fue depositado en una cuenta de Austral Construciones, y procedía de la empresa suiza Helvetic Services Group, que compró la financiera SGI.
Lázaro Báez, en la mira
El tribunal también confirmó el procesamiento de su exabogado, Jorge Chueco, del presidente de la empresa Austral Construcciones, Julio Mendoza, y del apoderado de esa compañía, Claudio Bustos.
La Cámara Federal confirmó además la prisión preventiva para Lázaro Báez y su exabogado, y los montos por los que fueron procesados.
Entre tanto, el juez federal Sebastián Casanello ordenó realizar este jueves 15 allanamientos en todo el país e impuso el secreto de sumario en la investigación por lavado de dinero en la que está detenido el empresario.
El tribunal ya había confirmado el 30 de junio el procesamiento de Báez en otra causa por el supuesto lavado de unos 5,1 millones de dólares a través de la financiera SGI, conocida como La Rosadita, a finales del año 2012.
Báez volvió a ser procesado a principios de ese mes por intentar reingresar al país 32,8 millones de dólares a través de la compra de bonos en Suiza entre finales de 2012 y abril de este año.
Ese dinero, según da por cierto la Cámara, fue depositado en una cuenta bancaria de Austral Construcciones, y procedía de la empresa suiza Helvetic Services Group, que compró la financiera SGI.