"El riesgo está más cerca de lo que puede parecer a cualquiera —explica Turchin con una frase que pone los pelos de punta a cualquiera—. Ya existen redes neuronales y automóviles autónomos. Y surgen, entre otras cosas, problemas a nivel ético".
Otra posible amenaza para la humanidad, explica Turchin, son los nanorrobots, mecanismos que podrían ser definidos, grosso modo, como un híbrido entre un mecanismo robótico y una célula. El mayor problema que representan los nanobots es su capacidad de replicarse —reproducirse—.
En este caso, subraya el experto, también sería posible un hipotético uso de nanorrobots en la guerra, que luego de ser lanzados contra el enemigo seguirían reproduciéndose sin control hasta acabar con el mundo.
Gor Najapetián, consejero del centro de innovación Skólkovo, ha explicado que ya hoy en día cientos de profesiones han sido robotizadas, para permitirle al hombre realizar tareas más creativas.
"Los robots pueden aprender prácticamente cualquier trabajo monótono, que no necesite un alto nivel profesional, sino que pida precisión y ahínco. Y profesiones peligrosas también", explica el profesional.
El Gobierno de Japón, por ejemplo, ha asignado más de 20.000 millones de dólares para realizar una "revolución robótica" con vista a las Juegos Olímpicos de Tokio 2020, algo que demuestra que los robots son cosa del presente.
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Lo anterior sí que parece el pronóstico de un próximo apocalipsis. Sin embargo, según Turchin, hoy en día las armas nucleares y biológicas representan un riesgo mayor y más real, y aún no es hora de preocuparse por los nanobots o la inteligencia artificial.