Los camioneros exigen que se aumente el precio de los fletes, pero que a la vez se reduzca el valor de los combustibles y de los peajes, y que entren a proceso de "chatarrización" (desguace) vehículos viejos que no cumplen con los requerimientos actuales para movilizarse.
La Federación Nacional de Avicultores (Fenavi) de Colombia señaló que debido al paro se "está afectando la movilización de materias primas para la fabricación del alimento balanceado para las 200 millones de aves que actualmente se encuentran en las granjas avícolas del país".
La Fenavi señaló además que, de llegarse a extender el paro hasta este viernes, "no será posible reiniciar los ciclos de pollo de engorde y las aves de postura dejarán de poner huevos", lo que afectará aún más la oferta de estos productos y los precios al consumidor.
Junto con la carne de pollo y el huevo, los precios de productos como cebolla larga (de verdeo, cebollín o puerro), papa, arveja, brócoli y tomate han duplicado su valor, de acuerdo con reportes entregados por las centrales de abasto y difundidos por el estatal Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario.
Un kilo de arveja que antes del paro se comercializaba a 2.500 pesos (unos ocho centavos de dólar), hoy se vende a 4.500 pesos (unos 1,5 dólares), mientras que el precio de la cebolla larga pasó de 1.500 a 3.500 pesos (de cinco centavos de dólar a 1,1 dólares), y el de la papa de 1.600 a 2.700 (de cinco centavos a nueve centavos de dólar).
Dirigentes gremiales del departamento de Nariño (suroeste) han señalado que el paro representa pérdidas diarias del orden de los 16.000 millones de pesos (unos 5,4 millones de dólares) para cerca de 40.000 pequeños productores, cuyas plantas de acopio están a reventar y han advertido que la sobreproducción llevará a perder ese alimento.
Aunque el impacto ha sido menor en Bogotá, la capital se encuentra ahora en la mira de los transportadores de carga que realizan el paro, luego de que el presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros, Pedro Aguilar, amenazó con dejar a la ciudad sin alimentos.
"Que a Bogotá no entre comida para que sepan qué somos los camioneros", señaló Aguilar.
El Gobierno asegura que el paro no ha repercutido gravemente en los alimentos, pero la gente en la calle tiene otra opinión.
La afectación se nota incluso en productos enlatados, cuyos precios registran aumentos significativos desde hace tiempo, pero que se han agudizado en razón de la protesta.
Una lata de atún que hace un mes se conseguía a 3.500 (unos 1,1 dólares) pesos hoy cuesta 4.500 pesos (1,5 dólares).
"El atún y las sardinas enlatadas, que antes eran productos de 'combate' en la despensa, hoy son artículos de lujo, suben de precio cada año, y con el paro, peor", se quejó María Cañas, otra compradora.
Por ahora las negociaciones entre el Gobierno y los camioneros permanecen suspendidas luego de que el martes el gobernador del departamento de Boyacá (centro), Carlos Amaya, sufriera un accidente automovilístico al parecer producido por actos violentos de manifestantes.
También el martes, un manifestante murió en enfrentamientos con la policía.