Según el diario japonés, todavía es demasiado pronto para condenar al MC-21 al fracaso, tal y como han hecho algunos expertos de Occidente. El MC-21 ha sido creado para competir en uno de los mercados aéreos más grandes del mundo, en el que anualmente se venden más de 1.000 aeronaves y son tres, según JBP, las ventajas que pueden ayudar al MC-21 a triunfar allí.
En segundo lugar, toda la producción del avión se realiza en Rusia. Y, por último, sus alas de resinas compuestas de última tecnología, que, pese a no influir en el funcionamiento del aparato, sí reducen los costos del mismo.
El artículo señala, además, que la fábrica de aviones Irkutsk ya produce partes para el A320, algo que es, a priori, una garantía de que la calidad del MC-21 será igual a la de sus competidores occidentales.
En total, el avión ruso será un 15% más económico que un Airbus.
Todo lo anterior permitirá al MC-21 competir de tú a tú con los aviones Boing y Airbus.
"El MC-21 tiene definitivamente una oportunidad", señala JBP.
Sin embargo, asegura el rotativo nipón, para competir con los titanes de la industria aérea, Irkutsk, la fábrica que los produce, deberá mejorar su sistema de atención al cliente y garantizar un ritmo de producción mucho más rápido.
"De alcanzar este objetivo, será posible hablar de un éxito definitivo de la compañía rusa", afirma el artículo.
Pero para hacerlo, prosiguen los analistas nipones, la compañía deberá ir más allá de los mercados rusos y de la antigua Unión Soviética y abrirse a las nuevas economías.
"El negocio de producción de aviones es difícil e impredecible, pero la aeronave rusa MC-21, gracias a su superioridad en ciertos aspectos, tiene opciones de alcanzar el éxito", resume el artículo.
El pasado ocho de junio fue presentado el MC-21, una nueva aeronave de pasajeros de mediano alcance, desarrollado por la fábrica de aviones Irkutsk.