"Gracias al rápido mejoramiento de las relaciones turísticas y comerciales con Rusia, Turquía garantizará a su economía un crecimiento adicional de entre 4.500 y 5.000 millones de dólares anuales, es decir, unos 10.000 millones de dólares en dos años".
Los autores del artículo destacan que Turquía está situada en una región muy peligrosa y nunca ha disfrutado de un período de estabilidad largo en su historia. Además, según el medio, la tensión entre Moscú y Ankara, desatada tras el derribo del avión ruso en Siria, es uno de los episodios más graves a los que ha hecho frente el país.
Las relaciones empezaron a mejorar después de que Recep Tayyip Erdogan enviara una carta a Vladímir Putin pidiendo disculpas.
Como consecuencia del gesto del mandatario turco, el presidente ruso firmó un decreto que modificaba las medidas restrictivas contra Turquía y levantaba la prohibición de vender paquetes turísticos y de vuelos chárter con destino al país. El presidente ruso también ordenó al Gobierno que se iniciaran los contactos necesarios para cancelar de forma gradual las demás medidas aprobadas.