"De acuerdo con un estudio de los ministerios implicados, el asunto del despliegue del THAAD (las siglas inglesas del escudo) no necesita el consentimiento parlamentario", dijo el primer ministro, Hwang Kyo-ahn, citado por la agencia estatal Yonhap.
El escudo ha generado mucha división en el país, por lo que muchos legisladores sostienen que la decisión debería ser votada en el Parlamento o incluso ser sometida a referéndum popular.
Pekín y Moscú han protestado al entender que el radar del escudo servirá para supervisar sus sistemas de defensa y han ejercido en los últimos meses una ingente tarea diplomática.
Seúl ha repetido que su única finalidad es Corea del Norte y justificado el despliegue para defender las muchas vidas en riesgo.
"Ese es un asunto que tendremos que pensar después de la desnuclearización de Corea del Norte", respondió Hwang a la pregunta de si ese hipotético movimiento serviría para cancelar el despliegue.
"Mientras el Norte continúe avanzando con su programa nuclear, lo más crucial en este momento es responder a sus provocaciones", añadió Hwang.
Pronto será revelado el lugar del emplazamiento del escudo, una decisión que genera fuertes protestas por el temor de la población a convertirse en un objetivo prioritario de los misiles norcoreanos.
Pyongyang advirtió el 11 de julio que emprendería "acciones físicas" contra el escudo.