"Respetando nuestras diferencias, yo creo que al país y a todos nos conviene que como personas civilizadas nos sentemos a tratar de identificar todo lo que nos une", dijo Santos en una alocución transmitida por la presidencia de Colombia.
Santos señaló que desde que se rompieron las relaciones con Uribe, a comienzos de 2011, no había tenido comunicación directa con él y que esta es la primera carta que le envía.
La carta, de cuatro folios, también precisa que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se encuentran hoy inmersas en un proceso de paz con el Gobierno debido a los golpes que las Fuerzas Armadas le han propinado a la organización desde el Gobierno de Uribe, durante el cual Santos fungió por un periodo como ministro de Defensa.
La carta sigue con una serie de explicaciones sobre el proceso de paz con el grupo insurgente y lo que sucederá tanto con sus combatientes como con sus armas, y finaliza con una invitación a Uribe para que se reúna con el equipo negociador de paz del Gobierno y exponga sus diferencias.
"Estoy dispuesto, junto con el equipo negociador del Gobierno, a reunirme con usted para escuchar sus inquietudes y abrir un diálogo constructivo", concluyó.
Según publica el diario local El Espectador, "allegados a Uribe aseguran que la carta no tendrá ningún efecto, pues el exjefe de Estado nunca volverá a confiar en Santos, a quien considera un traidor por abandonar la política de seguridad democrática e iniciar un proceso de diálogos con las FARC".
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.