"Desde luego, llamamos a todas las partes a que no lo aprovechen como oportunidad para implicarse en una escalada o en acciones provocadoras", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, citado por Reuters.
El 12 julio, la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya desestimó a petición de Manila las pretensiones territoriales de Pekín dentro de la llamada "línea de los nueve puntos" en el mar del Sur de China.
Según el veredicto, no existen evidencias históricas de que China haya ejercido un control exclusivo sobre las aguas de este mar, que reclama en su práctica totalidad.
La corte, formada por cinco jueces, también acusó a China de haber violado la soberanía filipina y causado daños graves a los arrecifes de coral con la construcción de islas artificiales.
La sentencia fue celebrada por Filipinas, que había apelado de forma unilateral a la Corte de La Haya a principios de 2013, pero provocó un enérgico rechazo de China que había negado la jurisdicción del tribunal y la tachó de nula.
Diversas áreas del mar del Sur de China son objeto de disputas entre los países ribereños: Brunéi, China, Filipinas, Malasia y Vietnam.