"Ella es la candidata que puede ayudar al organismo multilateral más relevante del mundo a recuperar la credibilidad ante los pueblos, ante los ojos de las personas que está destinada a proteger y defender", dijo el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, en el discurso de lanzamiento de la candidatura de Figueres, citado por el diario local La Nación.
Figueres, de 59 años, terminó este año una exitosa gestión al frente de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que en diciembre de 2015 permitió alcanzar el Acuerdo de París para la reducción de los gases que recalientan la atmósfera.
Fuerte respaldo del Gobierno costarricense
La candidatura de Figueres, economista por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, fue lanzada por todo lo alto en una ceremonia en el Teatro Nacional de San José, encabezada por el presidente Solís y con la presencia del astronauta y físico costarricense Franklin Chang-Díaz.
Vivimos un tiempo en el que "abundan las injusticias, los abusos, así como disturbios y conflictos con crecientes ramificaciones", por lo que "es comprensible que en diversas partes del mundo haya desesperanza", dijo Figueres.
En su opinión, el foro mundial requiere un liderazgo con "fuerte sentido de la ética" que ayude a crear "una cultura de sabiduría colectiva, mejora constante, transparencia e integridad" y, por eso, concluyó, "creo que puedo ser esa líder".
Experta en cambio climático
Figueres lleva muchos años vinculada a la ONU, desde que en 1995 pasó a integrar el grupo negociador de su país sobre los temas de cambio climático. Fue fundadora y directora del no gubernamental Centro para el Desarrollo Sostenible en las Américas y ha trabajado en el establecimiento de programas contra el cambio climático en varios países de la región.
Figueres, hija del tres veces presidente de Costa Rica José Figueres, cambió rápidamente el clima de las discusiones y fue avanzando en una agenda en la que primó el pragmatismo.
En un perfil del diario británico The Guardian se la definió, antes de la Conferencia de París, como una negociadora "directa, con momentos fogosos" y que se merecía "la mayor parte del crédito" por sus esfuerzos de "diplomacia suave".
En semanas anteriores, se especuló con la candidatura de la mexicana Alicia Bárcena, que ha dirigido con éxito a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y es promovida por organizaciones sociales y de mujeres de la región.
Pero el Gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto se ha mantenido hasta ahora en silencio.