Anteriormente se comunicó que el ataque terrorista dejó sin vida a 250 personas.
Se reportó además que al menos 17 personas figuran como desaparecidas.
El ataque, ocurrido en el centro de la capital de Irak, fue reivindicado por Daesh (autodenominado Estado Islámico), proscrito en Rusia y otros países, y provocó la dimisión del ministro del Interior del país, Mohamed al Ghabban.